La cada vez mayor cantidad de datos procesables por un ordenador está allanando el camino para que se hagan realidad obras impensables. La inteligencia artificial al servicio de las artes está posibilitando traer a la vida creaciones que nunca existieron pero que sería verosímil que hubieran existido. Hoy nos ocupamos de dos en concreto: el “próximo Rembrandt” y la Décima Sinfonía de Beethoven.
The Next Rembrandt
Esta historia que a continuación voy a relatar la conocí gracias a mi amiga Eva Astorga (que de todo esto sabe mucho más que yo y de la que estoy aprendiendo) en su colaboración en la revista Mistérica nos hablaba, allá en 2016, de un proyecto que unía arte, big data e inteligencia artificial para construir la “obra promedio” (no sé si se podría llamar así) del genial pintor neerlandés. El proceso tuvo varias fases de corte estadístico, por ejemplo ver si Rembrandt pintó más hombre o más mujeres (ganaron los hombres por un apretado 51%), se determinó su atuendo y que tenía que tener vello en el rostro. A partir de ahí el análisis de los rostros, los tonos, la pincelada, todo para construir, en 3D, un lienzo con su relieve que Rembrandt jamás pintó.
El responsable de este proyecto fue patrocinado por ING, Microsoft, la Universidad Técnica de Delft y los museos Mauritshuis y Rembrandthuis. El nuevo Rembrandt fue presentado el 5 de abril de 2016 en una exhibición en Ámsterdam lugar donde Rembrandt vivió y trabajó y que luego ha ido itinerando por varias capitales europeas. Yo de hecho tuve la oportunidad de verlo en la Fundación Telefónica de Madrid antes de la pandemia. Y el resultado es inquietante, un rostro que no puedes negar que conserva ese aire de umbría y profundidad de las obras de Rembrandt pero que en las distancias cortas dista mucho de las creaciones originales. Emmanuel Flores, líder del proyecto parece estar de acuerdo conmigo:
Cuando me preguntan sobre si un humano hubiera pintado mejor siempre digo que sí. Porque la capacidad de aprender y ‘tener sentido’ es algo en lo cual los sistemas modernos están en la infancia. Como había comentado en la presentación, el humano tiene la capacidad de inventar sobre los llamados ‘errores’. Esa es una gran ventaja sobre una máquina. La máquina simplemente es más ‘objetiva’.
Si queréis conocer a fondo el proceso creativo de The Next Rembrandt y también una entrevista a Emmanuel Flores, aquí os dejo dos referencia de los artículos de Eva Astorga:
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La Décima Sinfonía de Beethoven
Entre 1824, fecha en la que Beethoven compuso su mayor obra de arte, la Novena Sinfonía, y 1827, año en que falleció, sabemos que este gigante de la música estaba compòniendo la Décima Sinfonía que podría haber sido, si cabe su obra cumbre. Pero solo conservamos bocetos musicales de lo que podría haber sido esta composición.
Pues bien, ya hubo un intento, en 1988 por parte del musicólogo Barry Cooper, que la reconstruyó a partir de esbozos y fragmentos, y publicó dos grabaciones en 1988, una de ellas dirigida por Wyn Morris y la otra por Walter Weller. Lógicamente, se trataba de una versión libre de un compositor separado por una centuria de la muerte del genio compositor.
Pero ahora se ha vuelto a intentar dar vida a esta obra utilizando la inteligencia artificial: un equipo de historiadores de la música, musicólogos, compositores e informáticos han unido sus distintos conocimientos para que una computadora analice toda una serie de variables y tenga en cuenta todas las composiciones musicales previas de Beethoven para que la obra final tenga el aire de las composiciones del genio. Todo el proyecto ha sido impulsado por la compañía telefónica Telekom, cuya sede está en Bonn, ciudad natal de Beethoven.
Aquí podéis escuchar un fragmento de la Décima:
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De nuevo vuelve a asaltarnos la duda de si esta composición tiene que ver con el genio o si solo es un constructo computacional… Son los tiempos de la Inteligencia Artificial.
Vistos estos dos ejemplos significativos, te lanzo las siguientes preguntas: ¿se falsificarán obras de grandes maestros? ¿los creadores se ayudarán de la inteligencia artificial para superar sus resultados? ¿estaremos llegando al fin del arte?…
La web del Museo del Prado
Pero la inteligencia artificial aplicada al arte no siempre se emplea para crear obras ex novo, también se utiliza para mostrar información contextual. En concreto, el Museo del Prado es pionero en su forma de buscar la información de sus colecciones. En concreto, el motor de IA actúa interpretando las consultas del usuario de forma semántica para dar toda la información necesaria. También ofrece la creación de una línea de tiempo multicapa personalizable en la que contextualiza la obra que consultas y la pone en relación temporal con otras obras maestras. El proyecto fue llevado a cabo por el Museo del Prado y la Fundación Telefónica, situando la web del Prado como referente de los museos en Internet.
Aquí te dejo un enlace con los detalles de este motor de búsqueda con inteligencia artificial:
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